Amar es,
una calle sin nombre,
donde el suspiro se esconde,
detrás de cada emoción.
Y el susurro del viento te nombra,
no se esconde entre las sombras,
llega nítido hasta mí…
y me dejo seducir
por su caricias al rozarme la piel,
la brisa porque me recuerda a ti.
La lluvia me trae tu recuerdo,
esa humedad consciente
que conlleva el deseo, su olor,
su lívido aroma que lo impregna todo,
cuando a mi mente se asoma.
Me dejaré llevar
hasta cada ricon de mi mente,
para tenerte presente
siempre que necesite de ti.
© copyright | José Luis Vaquero
Hermosas palabras y qué sutil delicadeza en las expresiones.