¿Te ha costado echar raíce?
Esa sensación de no pertenecer a ningún sitio grupo. Mantener distancia con la familia. No ser capaz de darse uno mismo ni en la intimidad, configura en nosotros una especia de ansiedad de no estar a gusto en ninguna parte, en ninguna realidad de trabajo o emocional, incluso sentimental. Esa sensación de que falta algo que hay un vacío, que con nada logras llenar..
Es en realidad el síndrome de no ser capaz de echar raíces, de decidirnos por algo, por alguien o en donde queremos estar y sin embargo nos sentimos atrapados en una realidad alternativa en la que sufrimos porque no queremos estar.
Nos sentimos atrapados en el trabajo, en la familia, en las relaciones personales y nos duele hasta el alma, porque nadie nos logra entender ni ayudar..
Sin darnos cuenta obviamos el principio más fundamental de la naturaleza, para brotar y dar frutos hay que echar raíces y esa es una decisión que nos condicionara para bien o para mal..
Nada es sencillo, en la profundidad personal, somos la suma de las lecciones aprendidas en nuestro camino de formación emocional: la niñez.. la familia… los amigos… Los resultados de nuestras elecciones en la adolescencia y la juventud nos van programando poco a poco día a día, acto a acto y en esa etapa tan sensible, fuerte y a la vez tan oscura del aprendizaje, donde aún no estamos maduros para saber y darle sentido a todo, el alcance de lo que sucede en nuestras vidas nos formamos para bien o para mal.
Desde esa perspectiva a veces echar raíces es complicado porque antes de nada necesitamos reprogramar de forma consciente nuestra mente, desaprender y ser consecuentes con la realidad, no dar por sentado lo aprendido en el camino, poner en duda el tiempo pasado o vivido..
Por eso si te cuesta demasiado echar raíces.. te has de preguntarte el porqué.
Ese ha de ser el comienzo del cambio si quieres evolucionar, crecer, avanzar y ser quien quieras ser.
© copyrigth | José Luis Vaquero
Siempre tuve sensación de vacío,de no pertenecer a ningún lugar,hasta que formé mi propio hogar y mi propia familia,ahora sé a dónde pertenezco.
Creo que esa sensacion somos muchos las que los sentimos, quizas porque dea algun modo viene con nuestra progrmacion personal, saludos