No permitas que tu dolor sea la causa o se convierta en una excusa para hacer daño a los demás. No importa el camino que te haya tocado andar, si no has tenido buenos compañeros de viaje, o la vida te ha maltratado de otras formas sin que nadie sea específicamente culpable.
El dolor es un mal compañero de viaje:
El dolor es una parte inevitable de la vida. Todos experimentamos momentos difíciles, algunos más que otros. Sin embargo, el dolor no tiene por qué definirnos ni convertirnos en personas amargas. Tenemos la capacidad de elegir cómo respondemos al sufrimiento.
Convertir el dolor en una excusa para hacer daño a otros es una elección peligrosa. Es como si tomáramos un veneno y esperáramos que solo envenene a nuestros enemigos. El dolor que infligimos a otros solo termina por multiplicarse, creando una ola de sufrimiento que puede durar generaciones.
En lugar de convertir nuestro dolor en un arma, podemos elegir la compasión. Podemos entender que la mayoría de las personas que nos hacen daño también están sufriendo de alguna manera. Podemos elegir romper el ciclo de dolor y ofrecerles nuestra comprensión y nuestro apoyo.
No importa el camino que te haya tocado andar, es importante recordar que no estás solo. Hay personas que se preocupan por ti y quieren ayudarte. Si has tenido la mala suerte de no tener buenos compañeros de viaje, no te desanimes. Aún puedes encontrar el camino hacia la felicidad y la paz interior.
Si la vida te ha maltratado, recuerda que no es tu culpa. No hay nadie específicamente culpable de tu sufrimiento. Lo importante es que no te dejes vencer por el dolor.
© copyright | José Luis Vaquero.
[…] lección subyacente es aprender a valorar y reconocer el amor y la atención que recibimos antes de que sea demasiado tarde. La capacidad de decir “quédate” y de mostrar […]
No dejes de mirar hacia dentro!®
Que te hayan hecho daño a ti no justifica que tú se lo hagas a otros
Cierto no culpemos a todos por el daño que alguien en particular pueda habernos hecho, saludos