Y me toco andar por la senda de las palabras muertas donde tener que explicar y darle sentido a cada una de ellas donde desconfiar de sus contenidos se volvió costumbre y amparo de cada reticencia..
Calló la cigarra, se durmió bajo el tórrido sol de primavera, a la espera de comprender el cómo, el cuándo y el por qué de cómo hay que entender para saber ver, en cada párrafo, en cada letra, para darle el sentido correcto y no hacer daño a quien uno quiera…
Por eso, cuida las palabras dañan y destruyen más que las propias guerras.
REFLEXIÓN:
Las palabras como un campo de batalla:
El texto nos presenta una visión del lenguaje como un campo de batalla donde las palabras pueden ser usadas como armas para herir o destruir. Las “palabras muertas” son aquellas que han perdido su significado original, que se han convertido en clichés o frases vacías sin valor real.
Desconfianza y reticencia:
En este mundo de palabras muertas, la desconfianza se vuelve natural. Dudamos del significado de cada frase, buscando segundas intenciones y significados ocultos. Esta reticencia nos lleva a callar, a reprimir nuestras emociones y pensamientos por miedo a ser malinterpretados.
La búsqueda del sentido:
El autor nos invita a una búsqueda profunda del significado de las palabras. Debemos entender el “cómo”, el “cuándo” y el “por qué” de cada frase para poder interpretarla correctamente. Solo así podremos evitar herir a los demás con nuestras palabras.
El poder destructivo del lenguaje:
Las palabras pueden ser más dañinas que las propias guerras. Unas palabras malintencionadas pueden herir profundamente a una persona, dejando cicatrices que tardarán mucho tiempo en sanar.
Un llamado a la responsabilidad:
El texto nos hace un llamado a la responsabilidad en el uso del lenguaje. Debemos elegir nuestras palabras con cuidado, pensando en el impacto que pueden tener en los demás.
© copyright | José Luis Vaquero
Hay un refrán que dice que las palabras no son mal dichas si no son mal tomadas…
Pero cuando van dirigidas a tí personalmente y son críticas con maldad o insultos para hacer daño no te las puedes tomar a la ligera…
Las palabras pueden hacer mucho daño y no te curas fácilmente