Aprendamos a reconocer y gestionar nuestras emociones.
La determinación de lograr metas es un aspecto de la gestión emocional que a menudo pasamos por algo o ignoramos.
Debemos poner de nuestra parte y tener una actitud positiva y resolutiva para gestionar y regular nuestras emociones.
No debemos limitarnos a compadecernos a nosotros mismos, juzgarnos injustamente o usar la culpa como excusa para no atrevernos a avanzar.
Es importante comprometernos a lograr nuestros objetivos lo más rápido posible y diseñar estrategias para lograrlo.
De esta manera, nuestra atención se centrará en lo que realmente importa y no caeremos en pensamientos intrusivos ni en la rumiación, un enemigo constante que incita a la inestabilidad emocional.
Sin embargo, la actitud positiva es solo un aspecto de la gestión emocional. Las emociones pueden y suelen surgir como resultado de un estímulo externo, de un acto o una palabra puntual.
Si deseas conservar tu integridad emocional te darás cuenta de que, en ocasiones, la mejor opción es salir de la zona de conflicto y retirarse por un tiempo o coger distancia de forma interior, de forma consciente sin dejarse de llevar por los acontecimientos.
Por ejemplo, si alguien te provoca. En situaciones como estas, date cuenta, reflexiona date la vuelta y aléjate del foco. Esa sería una elección emocionalmente sensata.
En otro contexto es importante aprender a encajar las críticas con una cierta estabilidad. Pues estar demasiado pendiente de lo que los demás piensan de ti y no saber aceptar las críticas pueden ser lo que te esté haciendo sentir mal.
Ten en cuenta que el bienestar emocional proviene de uno mismo, de su propia comprensión del mundo.
Para ser una persona emocionalmente equilibrada, es necesario aprender a encajar las críticas y afrontar con naturalidad la opinión de los demás, aunque no estemos de acuerdo.
Por eso aprender a reconocer y gestionar tus emociones te hará la vida más fácil y tu equilibrio personal más fuerte.
© copyright | Jose Luis Vaquero
Aprender a gestionar tus emociones es saber mantener tu equilibrio,no dejes que te provoquen porque lo único que conseguirás en un ataque de ira es perder tu estabilidad