La vida a veces parece una casa de locos, pero la verdad es que uno mismo es el que, se acompaña, se quiere, se olvida, se cae, se alivia, se levanta, se ama, se odia, se perdona, se complica.
A veces pasa desapercibido, no vemos la maravillosa relación, la simbiosis que forma uno mismo para superar y caerse de cualquier situación.
Eres tú mismo el que siempre te acompañas y libras batallas, amores desamores… Por eso cuando te pongas en duda, que lo harás, piensa, recapacita. Todo dependerá de ti mismo más que de nada, ni nadie más.
Tu eres el único responsable del cómo, del qué, del cuándo, eres quien determina los tiempos y el compás de tu vida y lo que en ella permitas.
No culpes a la fatalidad, a la mala suerte, solo comprende que las consecuencias de tus actos, de tus estados emocionales, son los que conllevan muchas de las alteraciones que te suceden.
Resiliencia: esa capacidad para adaptarte y recuperarte de las situaciones más adversas, será la que te de fuerzas para tu función camaleónica para adaptarte a todo eso que conlleva vivir y seguir avanzando hacia tu futuro.
Recuerda que la realidad es que la lucha siempre será contigo mismo, a pesar de los demás.
© copyright | José Luis Vaquero
Yo conozco mi locura y mi caos mejor que nadie…
Se ordenar mi caos y ponerlo todo en su lugar para t funcione bien